31 de mayo de 2006

Sé todos los cuentos

Yo no sé muchas cosas, es verdad.
Digo tan sólo lo que he visto.
Y he visto:
Que la cuna del hombre la mecen con cuentos,
que los gritos de angustia del hombre los ahogan
con cuentos,
que el llanto del hombre lo taponan con cuentos,
que los huesos del hombre los entierran con cuentos,
y que el miedo del hombre...
ha inventado todos los cuentos.
Yo no sé muchas cosas, es verdad,
pero me han dormido con todos los cuentos...
y sé todos los cuentos.
León Felipe

26 de mayo de 2006

Primera voz

Al principio me parecieron ruidos lejanos, como murmullos. Yo me asustaba, es verdad, pero otras veces hasta resultaban confortables, especialmente aquel como rumor marino que llegaba a mí todos los días y al que me acostumbré a escuchar hasta quedarme dormido. Quién sabe de dónde salía. Creí que del cielo y del centro de la tierra. Desde que tengo memoria había estado encerrado en ese lugar. A fin de cuentas –pensé- nunca he sido muy cercano a nadie. Me hace compañía. Pero no entendía nada. Llegó un día terrible en que las cosas cambiaron. Todo lo que yo sentía, veía, todo mi mundo cambió alrededor. Como una inevitable caída, un vértigo absoluto, un momento de intenso miedo y confusión. Y dolor: sentí mi cabeza encogerse hasta límites tremendos, imposibles. De repente la realidad se tornó más ruidosa, más luminosa, los colores más vivos, hasta me parecía que había nuevos colores. Perplejo, me resultaba curioso y espantoso a la vez. Ahora ya no sólo coexistían conmigo las voces como rumores, incluso unas absurdas caras me veían, me increpaban con un torrente de palabras, sonidos más y más complicados que no terminaba de entender. Casi todo el tiempo era nada más quedarme así, tratando de darme cuenta qué se decían (porque siempre, siempre, antes que a mí, estaban hablando entre ellos, para sí mismos). Intentaba escuchar, darle sentido a esas voces. ¿Qué querían? ¿Por qué me ven así? Tras el esfuerzo, sólo agotamiento y hambre. Yo tampoco pude dormir más de una hora seguida toda la noche. Esto me hacía llorar, pero entonces volvían y me llenaban de preguntas incomprensibles. No, no les entendía. Ya casi pasa un año desde entonces. Hace días pude darme cuenta de lo que querían decir las combinaciones de algunos de esos ruidos: Es complicado, pero ya sé que se repiten con regularidad, de vez en cuando, y así cada sonido, aunque sea un rumor, una queja, tienen un significado especial. Poco a poco se acumularon en mi pensamiento muchas más de estas palabras. Pero ellos no se dieron cuenta, siguieron hablando sobre todo entre ellos, y cuando se dirigían a mí nunca esperaron respuesta. Creo que era necesario que la lengua se acomodara bien para poder emitir esos sonidos raros, como gritos chiquitos que se entrelazan rápidamente cortados por labios, lengua y dientes. Sí, con dientes es mucho más fácil, aunque sólo tengo dos. Hoy por la mañana, después de mucho pensarlo, pude decidirme, contestarle a esa voz, esa cara que escucho desde siempre. Le dije “Mamá”. Y sonrió.

Imagen: Almost Icon..?, pintura electrónica de Sabin Corneliu Buraga, de la serie The final birth.

24 de mayo de 2006

Cómo ver a una mujer invisible

22/05/06 El Universal Lunes 22 de mayo de 2006 Las invisibles se harán visibles. Todas las que se buscaron en casa y no se encontraron, las que se esfumaron para observar desde lo otro, las que creyeron escucharse pero no estuvieron seguras de haber estado, las que quisieron ser Sue -la heroína de los Cuatro Fantásticos- para traspasar todos los muros, las que lograron subirse al jet de la Mujer Maravilla y salieron volando, todas ellas participarán en La Inquietante (e Internacional) Semana de la Mujer Invisible. Aún sin capturar los ojos ellas estarán ahí, con su paso estridente y su presencia palpable, clamorosa. Se harán presentes con fotografías, lectura de textos, videos y todo aquello que quepa dentro de la miopía o de la bruma. La exposición Las mujeres invisibles será el 27 de mayo, a las 19 horas, en la Casa Refugio Citlaltépetl del DF. La convocatoria estuvo a cargo de las escritoras Cristina Rivera Garza y Amaranta Caballero Prado, quienes solicitaron a las de su género traspasar lo traspasable, ver ahí donde otros cierran los ojos (o ciegan los ojos sin necesidad de cerrarlos), y participar enviando sus imágenes. Una probadita de lo que se verá en la muestra se puede consultar en los blogs www.amarantacaballero.blogspot.com y www.cristinariveragarza.blogspot.com.

Las mujeres que escapan a la vista

Apenas abrí los ojos, su mirada se hizo transparente. Después, los ojos. Y las cuencas. Poco a poco mis ojos penetraban azorados el lugar donde estaba su cabeza. Una forma curiosa de ocultarse es hacerse evidente. Los espectros se muestran (espejo, espectáculo). Y uno se sorprende. Emparentados con los fantasmas, los espectros sólo se dejan ver. Están situados en el grupo de entes de los que la mayoría, en su presencia, borra de su vista a causa de la perplejidad y, al desaparecer, roban el pensamiento dejándonos un punto ciego en la memoria, cuya perturbadora presencia nos impide generar cualquier otro recuerdo, excepto el hecho de que eso ya no está allí. Así, los espectros logran esconderse bien a la sombra de nuestro asombro. La palpaba en los sitios en que iba desapareciendo ("Ante mis ojos", decimos: Cómo confiamos en que son las ventanas de la realidad). La ausencia y la presencia son palabras femeninas. El olvido, el error, son nombres masculinos. Una broma que realizan las mujeres invisibles es simular ser espectros. Aparecen y desaparecen ante nuestros ojos. Y los hombres que las vemos (e inmediatamente después no vemos) solemos caer en el olvido y el error. Una vez que oí su nueva voz (transparente y cristalina) supe que no iba a verla más. Al cerrar los ojos, vi la sombra de su olor, moviéndose difuminada. El olvido de la presencia, el error de la ausencia. A veces se confunden estos cuatro elementales conceptos de la existencia, la memoria y el juicio y se llega al olvido de lo erróneo, la presencia ausente, el error de la presencia y otras abominaciones. Lo que caracteriza a la memoria es su falta de persistencia (somos víctimas de los relojes rígidos). Lo que la mujer invisible nos muestra al desaparecer es la ausencia impregnada de olvido o maquillada con error. Esta mujer no esperó a que la dejara de ver. Rápidamente continuó su charla mientras daba pasos, casi brincos, que resonaban en el piso mojado. Y su voz, como el agua, caía cerca de mí y me salpicaba la razón, dejando manchas indelebles. Aún así, la invisibilidad no implica ausencia. La ausencia es lo que se muestra, la presencia es invisible. El no-ver es algo que no termina y no inicia. Se ubica en un sitio sin tiempo que llamamos presente. Nuestros ojos añoran (ignoran) el pasado y quieren adivinar el futuro, por eso el parpadeo que significa la ausencia suele ser angustiante. Ahora rumio su imagen perdida, aunque de vez en vez el río tumultuoso de voces en la calle me recuerda esas últimas gotas de su presencia e inexplicablemente distingo aún sus ojos en las sombras. Lo que nos salva es lo que queda impregnado en la memoria de lo no visible. Lo que nos salva es que cuando una mujer se hace invisible a nuestros ojos permanece tocando una fibra, algo reconocible desde lo más hondo. Saber que está allí. A veces lloro. Antes me cuidaba de no hacerlo en público. Ahora (no sé por qué) ya no me importa. Hasta puedo hacerlo ahora. Creo que nadie me ve.

23 de mayo de 2006

El aroma de no estar

Es curioso cómo ausencia, si se pronuncia rápidamente, llega a sonar como escencia. El aroma, el centro de algo. Lo que lo sostiene. Así, si una ausencia es breve (¿un parpadeo? Un poco menos breve) nos hace percibir, como cuando entrecerramos los ojos, la escencia de algo que no podemos captar con los ojos, eso que la imagen oculta y que nos causa ruido colorido en la memoria. La ausencia rápida y breve aturde un poco al olvido y nos quita imágenes cotidianas, nos hace sentir un escozor que, si se prolonga, duele con nostalgia. Creo que en algunos casos la ausencia (si se pronuncia rápidamente) trae un eco, un resabio, un perfume de escencia.

18 de mayo de 2006

Monterrosian@

Y cuando abrí mi blog, la mujer invisible seguía alli.
Para Vía, que está alli

21 de abril de 2006

Voluntario de trompeta F l o r i t u r a

Dorita

En sepia, acaba de despertar y abre los ojos, alza las orejas. La rodea su habitual mundo sin color. Hay nuevos habitantes en la casa y ella no lo entiende o lo entiende poco. Su olfato todavía confunde los olores de las 3 personas que eran dos. Todavía no lo entiende.

Despierta se sacude y retoza. Piensa que el día de hoy es ayer. Piensa que mañana es hoy, por eso no entiende estos cambios. Piensa que la luz baña las cosas que salen de sus ojos de un tono sólo más claro que el resto. Sabe que las cosas que alcanza a ver moverse existen hasta donde su sonido las lleva, aunque ya no aparezcan esas manchas frente a ella. Incluso se da cuenta que las cosas permanecen, que dejan su rastro, su olor. Aunque se hayan ido, invisibles y silenciosas. En ese austero mundo corre, come y juega Dorita. Y es feliz.

para Chrystian+Nadia+LuisMiguel

17 de abril de 2006

La palabra más bella del castellano

Hace poco me enteré de que una asociación ("Escuela de escritores") lanzó la convocatoria para saber lo que enuncia el título de este post. He oído comentarios, me han dicho que salió en la tele, pero no sé bien quién va ganando, estoy incomunicado. Ahora mismo me intento conectar a www.escueladeescritores.com y no abre. Pero se me ha ocurrido pensar en muchas palabras. MURCIÉLAGO es de mis favoritas. Tiene todas las vocales, enuncia una sola cosa, que es reconocible y bella. Es práctica. Tiene, además, en su origen, enmascarado un error que la dota de belleza. Dicen por ahí que originalmente era (como de niños pronunciábamos) MURCIÉGALO (mus caecum o algo así = ratón ciego). Lo del -ago es una terminación muy ibérica, que no comparten otras lenguas romances. Me gusta más la última versión, la incorrecta. Será porque nos afanamos en corregirla que lo sentimos como un triunfo. Si pensamos en la palabra más bella como el concepto más bello, no tiene caso pensar en qué idioma se diga, así que es trivial. La palabra, en sí, encierra sonidos, produce sensaciones, gestos, movimientos del cuello, lengua, labios, salivaciones que se van asociando con el significado que les queremos dar, con el que le han dado en la historia los que nos han enseñado a hablar y a leer. Porque también, al leerla, nos produce una impresión visual: Lo largo de sus letras, las redondeces, los acentos, las diéresis que individuan a las vocales... Votemos por una palabra, por el placer de detenernos a saborear o a admirar a nuestra favorita. P.S.: Ya pude entrar al sitio, lo comparto: http://www.escueladeescritores.com/modules.php?name=Actividades&file=tienes-la-palabra

11 de abril de 2006

Y uno aprende

Uno de mis más entrañables amigos, que sabe de mi afición a Borges, me envió un correo con un poema hasta ahora por mí desconocido, pero temo que la versión es apócrifa. Publico aquí una versión que quita 2 o 3 párrafos. Aún no sé si la autoría le corresponde a nuestro querido JLB, como sigue siendo polémica aquella de "Instantes" (que se incluye en la misma página de referencia). Agradezco sus comentarios.
Y UNO APRENDE… Después de un tiempo, uno aprende la sutil diferencia entre sostener una mano y encadenar un alma,
y uno aprende que el Amor no significa recostarse y una compañía no significa seguridad
y uno aprende a aprender… Que los besos no son contratos
y los regalos no son Promesas
y uno empieza a aceptar sus derrotas con la cabeza alta y los ojos abiertos,
y uno aprende a construir todos sus caminos en el hoy porque el terreno de mañana es demasiado inseguro para planes…
Y los futuros tienen una forma de caerse en la mitad,
y después de un tiempo uno aprende:
si es demasiado, que hasta el calorcito del sol quema. Así que uno planta su propio jardín y decora su propia alma,
en lugar de esperar que alguien le traiga flores.

Y uno aprende que realmente fue de aguantar,

que uno realmente es fuerte, que uno realmente vale,

y uno Aprende y Aprende… … con cada adiós uno aprende.

La versión "completa" se puede leer en http://www.armandoacosta.com/carretilla.php?id=339
Se ve que le han hecho algunos ajustes.
Hay una interesante discusión acerca de la autoría de "Instantes" :
Ivan Almeida. "Jorge Luis Borges, autor del poema 'Instantes'" Borges Studies Online. On line. J. L. Borges Center for Studies & Documentation. Internet: 17/06/01 http://www.uiowa.edu/borges/bsol/iainst.shtml
Un gran abrazo a Memo.

7 de abril de 2006

Otra vuelta alredededor del sol

X Nacer, aprender a leer, aprender a reír. XX Crecer, jugar, aprender a querer, llorar. XXX Soñar. Un abrazo global. Como si el cielo existiera y cayera sobre nuestras cabezas y se quedara a vivir a nuestros pies.

28 de marzo de 2006

Aleteando carcajadas

En ese invierno, los arroyos se cristalizaron semanas antes de que las hordas llegaran de su forzada migración anual. Eran notablemente menos que los que salieron de sus casuchas de la aldea en las altas montañas, seguramente ahora sepultadas bajo la nieve. Eran, predeciblemente, pocas las mujeres, menos los niños, que de todas formas atesoraban un futuro demasiado incierto. Pero todavía tenían fuerzas para huir.
... ... ...
Los arroyos cristalizados eran eso, cristales, y bajo ese espejismo sucumbieron unos pocos ingenuos que quisieron cruzarlos como si de hielo firme se tratara. Movidos por una inquieta ceguera, ese conjunto de seres miserables se precipitaban al futuro inmediato acercándose a las llanuras que conservaban aún algo de hierba. Esa necia ceguera acaso era necesaria, acaso era locura: Nadie sabía realmente, desde el principio, a dónde iban.
... ... ...
Poco hablaban, poco se veían, poco se daban cuenta. Por lo mismo, esos hombres, con sus mujeres, sus animales y sus niños, poco temían. Se movían instintivamente por un meandro en las montañas, con una torpeza pensante que era su única y su mejor brújula. De lejos dibujaban una tortuosa caligrafía que, para quienes la veíamos, nos prefiguraba, temblando con un miedo no expresado, su inevitable destino.
... ... ...
A primera vista, para ellos, todo destino es futuro. Como una caída en picada, como un torrente que arrastra y se dibuja ante sus ojos. Desde acá arriba, el destino, y el mismo destino de los hombres, es menos fatal, más lento, porque podíamos ver que su destino es ellos, que también lo es las huellas que dejan y ese trazo de cadáveres, de glorias, de infinitos respirares que se suceden uno tras otro (pero también uno delante de otro). Podíamos ver que su destino es la estela que dejan sus alientos, sus hedores. Hemos aprendido a comprenderlos, a simular esa visión obtusa para predecirlos. Poco a poco se detienen, esperan, se calientan, se alimentan. Toman fuerzas para avanzar un poco más, un río más, una cumbre, un declive más. (Otras veces estas breves metas tienen otros símbolos: Una mujer, un castillo, un hijo. Pero se cumplen tan intrascendentemente como los otros plazos: Terminan.)
... ... ...
Insisto: Si hemos aprendido a observar sus cortas distancias, sus vanos logros; si hemos sonreído al intuir lo que valoran sus propias vidas, no es por imitarlos. Ha sido sólamente para predecirlos. El ocio, que en el frío vendaval de las bajas nubes congela el tiempo, nos ha obligado a distraernos en estos ejercicios de la percepción. Todo buitre que ha abierto los ojos sabe que la inmovilidad última aún tiene un letargo, pero este es impostergable.
Felices, aleteando carcajadas contra los lobos, periódicamente tenemos un festín.
...
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"-Estoy indefenso -le dije- vino y empezó a picotearme, yo lo quise espantar y hasta pensé torcerle el pescuezo, pero estos animales son muy fuertes y quería saltarme a la cara. Preferí sacrificar los pies: ahora están casi hechos pedazos."
Franz Kafka

25 de marzo de 2006

El Amor Brujo

La luz de la tarde se sentía como un olor antiguo y conocido. Estaban, desde siempre, las macetas rojas con geranios enmarcando ese barandal irregular que se sostenía y marcaba el límite de la terraza y de la irrealidad.
En esa lacónica luz languidecía, pálida y cansada, la música mágica del televisor al terminar su provinciana transmisión a las siete de la tarde. Cinco o seis versiones de "El Amor Brujo" de De Falla se alternaban para terminar de adornar (agotar) ese hueco en el tiempo, en el que empezaba a oler a leche hervida y canela, el aire inmóvil, sólo perturbado por el último camión.
Yo estaba habitando ese limbo crepuscular con la mirada fija, absorto en la pantalla de la tele. Imágenes descuidadas sobresaturadas de azul que eran exactamente lo que decía la melodía, las rodillas desnudas sobre la piedra tibia aún de sol, mirando de reojo cómo oscurecía, cómo esa luz lechosa se iba comiendo la calle y cómo el cielo se poblaba de sonidos de grillos, que no llegaban, sino que se dejaban oír, ya desvelado ese manto que es el día.
En esa eternidad congelada, tras el resto de la casa se encontraban mis sentidos. Acaso podía escuchar el grito anciano de mi abuela para la merienda, pero venía de un sitio demasiado lejano. Recuerdo, tras el asombro, la oscuridad que se hinchaba dentro de la casa, que había entrado por el tragaluz (tragasombras) y que inundaba mis oídos con sonidos imposibles, con caritas detrás de mí, con ojos que me seguían en el camino temeroso a la cocina, con la opresión acongojada en el estómago (a la que después aprendí a darle el nombre de hambre, pero) que entonces era sólo miedo. Y el miedo me aseguraba que había cosas detrás de mí que no querría ver, y el miedo movía mis torpes y ya frías piernas para pasar corriendo por el patio sin mirar el cielo, no fuera a ser que fuera cierto *, llegar corriendo y agitado, sudando la frente despeinada en espera de mi taza con arroz con leche en feliz terminación de esa muerte del día.
Y pensar que dejé la tele zumbando, prendida...
* La noche: un monstruo hecho de ojos. (H.P.L.)

16 de marzo de 2006

De anagramas

M U R C I É L A G O
A M I G O C R U E L
Ciego mural
Comer igual
... Él es oreja delantera ... La arena de este reloj ...
... O es deletrear lejana ... Ella enjaretar deseo ...
... Eje enterrado allá es ... E de estela jornalera ...
... A Jade la reestrenó él ... (Él le resta rejoneada) ...
... Real deseo relajante...

Salvador Dalí = Avida Dollars. (André Breton)

14 de marzo de 2006

La sangre es negra

"... interrumpiéndose la circulación de la madre al niño, no recibe sangre roja el corazón de éste; porque la que envía al cerebro, y a los otros órganos, es negra e impropia para conservar la vida. El cerebro entorpecido por la sangre negra, no refluye sobre el corazón, que a su vez, cae en entorpecimiento y en la inacción. Este estado persiste después del nacimiento, porque no percebiendo el cerebro sensación alguna, no puede poner en juego los órganos colocados bajo su cuidado..."
Aunque te digan que a veces, que sólo a veces la sangre nos golpea… Aunque te digan que es roja, no. La sangre es negra. La sangre tiene el negro de mirar un golpe, de una piel negra. Tiene el negro del alma ennegrecida.
El golpe de la sangre no es sístole-diástole. La sangre nos golpea con un brillo en los ojos.
¡Qué rabia! ¡Qué temor de sangre!
Y se escucha a lo lejos, entre sombras, entre piel y carne un dulce parpadeo puro, de sangre.
(1993)
"... Entonces debe aplicarse una o dos sanguijuelas detrás de cada oreja, y comprimir ligeramente el abdomen. Se sumerge al niño hasta los sobacos, en un baño tibio ruborizado con algún licor espirituoso, como vino, aguardiente o vinagre. A medida que sale la sangre, la circulación, y la respiración se establecen, la lividez del rostro y del cuerpo, disminuye por grados." Inocencio María Riesco Le-Grand, Tratado de Embriología Sagrada (1848)

13 de marzo de 2006

"... Y no hay árbol torcido de sol en la llanura, ni león de flanco herido, crispados como este hombre que medita en la muerte." Gabriela Mistral En medio del gran jardín que es lo que quedó del inmenso bosque, entre una y otra avenida, imperceptible entre el gentío, contrastando con los rectos, los altivos, los derechitos, encontré este árbol torcido. Torcido me suena también a perverso, más a retruécano que a enigma, más a callejón sin salida que a laberinto. Pero a este arbolito, que está bien torcido parece no preocuparle mucho. En el absoluto del bosque ¿qué más da estar torcido en este jardín?

VacÁngel

Las hemos visto en muchas formas, las hemos comido (hasta hace poco me enteré de que no sólo comemos vacas, sino también toros. Esto echó por tierra la idealización mía de la Vaca Nutricia, me dijeron que era como haber acabado con mi ilusión de los Reyes Magos. Algo así). En venganza, las vacas se me aparecieron de muchas y diversas formas. Esta (pensé) era una caricatura del Ángel, pero cada vez que veo la foto (y desde que descubrí la mirada de esa niña que la ve) me lo parece menos: Se independizaron las vacas.

Una de cal...

La arena es un conjunto de partículas de rocas disgregadas. En geología se denomina arena a la compuesta de partículas cuyo tamaño varía entre 0,063 y 2 mm. Una partícula individual dentro de este rango es llamada grano de arena. Las partículas por debajo de los 0,063 mm y hasta 0,004 mm se denominan légamo y por arriba de la medida del grano de arena y hasta los 64 mm se denominan grava.
...
Según el tipo de roca de la que procede, la arena puede variar mucho en apariencia. Por ejemplo, la arena volcánica es de color negro mientras que la arena de las playas con arrecifes de coral suele ser blanca.
...
Muchas personas, especialmente los niños, utilizan la arena para realizar construcciones como castillos de arena o túneles. La arena se utiliza para fabricar cristal por sus propiedades tales como extraordinaria dureza, perfeccion del cristal o alto punto de fusión.

11 de marzo de 2006

El primer grano

Quiero volverme polvo. Quiero volverme loco. Porque ... (y no te olvides) ... Los locos son la arena de este reloj. "... Hay un agrado en observar la arcana arena que resbala y que declina y, a punto de caer, se arremolina con una prisa que es del todo humana. ..." J.L.B. Dar clic en el texto o en el reloj siempre lleva a cosas nuevas.