30 de diciembre de 2006

La añoranza (La ignorancia)

Están corriendo, trotando a todo galope, los últimos días del año. Annus mirabilis para quien lo quiera. No sé si será cierto, pero a pesar de ser invierno, las noches son más rápidas que los días, más insolentes. Me pasan sin que yo lo sienta (hace mucho, mucho tiempo, escuché en una estación de radio de AM en la madrugada, un poema entrecortado por la interferencia. Sólo rescaté: "Los días, como cuartos de hotel venido a menos, me van atravesando sin clemencia"). Qué curioso, ahora veo que es de Gaspar Aguilera y al leer el poema completo no me gustó. (En la adolescencia idealicé esa frase como parte de una profunda verdad ignota, hoy leí que no es así.) Bu. Gracias a internet. Y a la felina curiosidad.
Pintura homónima de René François Ghislain Magritte

21 de diciembre de 2006

La noche más larga

Un solsticio, una tarde que me es imposible recordar, nació una mujer. Una mujer itinerante, acertante (no errante), una mujer que dibuja y escribe y habla como si el aire fuera de papel, como si las letras fueran de colores, como si los trazos fueran verbos. Nació una mujer con amor y con amor empieza su nombre en tercera persona y en infinito infinitivo. Si me apuran, también en subjuntivo y eso incluye el universo. Un día 21 como el que corre, como el que se lanza al azar esperanzado como a un mar, floreció. Ella es una mujer que tiene impedido marchitarse, y no lo hace. Y no lo hará. La hermandad, esa cósmica casualidad, nos envuelve en un abrazo trascendente. Celebremos que estamos allí, mirando el cielo.