Grano a grano se hacen los castillos de arena.
Ola tras ola desaparecen.
¿Cómo sustraerse al influjo de la tierra y el agua que luchan en las tibias sábanas de nuestras costas?
Una nueva entrada después de tanto tiempo. Una buena noticia para el mundo es que sigue habiendo gente que trata que esta realidad siga siendo hermosa y lo comparte.
Quiero re-inaugurar este blog con una frase de mi abuelo:
"... posiblemente un libro más, que sería también, es cierto, un enemigo más."