11 de marzo de 2006

El primer grano

Quiero volverme polvo. Quiero volverme loco. Porque ... (y no te olvides) ... Los locos son la arena de este reloj. "... Hay un agrado en observar la arcana arena que resbala y que declina y, a punto de caer, se arremolina con una prisa que es del todo humana. ..." J.L.B. Dar clic en el texto o en el reloj siempre lleva a cosas nuevas.

6 comentarios:

  1. Anónimo4:48 a.m.

    Hablando de la locura, siempre me ha parecido la demencia un paradigma del espiritu humano, no había puesto tanta atención a lo trágico como hoy, la demencia esta para recordarnos que nada nos pertenece.

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  2. Anónimo4:52 a.m.

    Me parece necesario puntualizar esa falta para ser mas plenos

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  3. Este sentimiento, mi estimado Nihilio, es el sentir que la locura nos rodea como el aire, como el tiempo, como el ruido. Y nos envuelve y nos hace parte de ello. Ignorar esto, o intentarlo, es negar la vida. (No hagas caso de LA VIDA LOCA, pero -maldición!- corrompieron esa palabra apropiándosela en una parcela oscura).

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  4. Anónimo9:47 p.m.

    igual o mas oscura que la coca-cola?

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  5. Anónimo5:24 p.m.

    sin reloj porque molesta en la muñeca, porque me distrae, porque me cuenta los minutos que faltan para vivir y para morir...porque me hace tic tac

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  6. Querida Vía, a veces ese tic tac de la muñeca es un cosquilleo, un escalofrío. Porque no hace falta reloj para sentirlo. Es curioso cómo hablamos de un reloj de pulso, como para olvidar que el pulso es ese otro reloj que mide lo que sientes.

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