Grano a grano se hacen los castillos de arena.
Ola tras ola desaparecen.
¿Cómo sustraerse al influjo de la tierra y el agua que luchan en las tibias sábanas de nuestras costas?
Efectivamente....es como si de verdad hubiera estado en Acapulco, nomas porque nadie me movio al pancita.. No cabe duda que la distancia afina lo que uno puede sentir. mi blog:
Efectivamente....es como si de verdad hubiera estado en Acapulco, nomas porque nadie me movio al pancita..
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bomber