
Grano a grano se hacen los castillos de arena. Ola tras ola desaparecen. ¿Cómo sustraerse al influjo de la tierra y el agua que luchan en las tibias sábanas de nuestras costas?
30 de diciembre de 2006
La añoranza (La ignorancia)

21 de diciembre de 2006
La noche más larga

27 de agosto de 2006
3 x 5 quince

Como (er)ratas del barco
22 de agosto de 2006
La negra es noche

18 de agosto de 2006
Otras Favoritas lágrimas

17 de agosto de 2006
Epífora
16 de agosto de 2006
Desde Jodorowsky
Una tarde cualquiera

24 de julio de 2006
M oo n
20 de julio de 2006
Todo cambia

12 de julio de 2006
Lo abominable es la intolerancia

4 de julio de 2006
K Ô A N
28 de junio de 2006
Otro de León Felipe
27 de junio de 2006

26 de junio de 2006
Argentina peca. (Peca de plata)

21 de junio de 2006
Cinnamomum verum

Un aroma picante y dulce a la vez. Un respiro de ansiedad y deseo juntos. Un destello rojo de sangre y moreno de piel. Canela que se bebe, canela que se mastica, canela que se esparce como un fino talco comestible sobre la piel, convirtiéndola en una duna alimenticia y mágica. Polvo suave y tejido recto de una madera comestible.
19 de junio de 2006
De eFe

13 de junio de 2006
Camellos en la arena del reloj

31 de mayo de 2006
Sé todos los cuentos

26 de mayo de 2006
Primera voz
Al principio me parecieron ruidos lejanos, como murmullos. Yo me asustaba, es verdad, pero otras veces hasta resultaban confortables, especialmente aquel como rumor marino que llegaba a mí todos los días y al que me acostumbré a escuchar hasta quedarme dormido. Quién sabe de dónde salía. Creí que del cielo y del centro de la tierra. Desde que tengo memoria había estado encerrado en ese lugar. A fin de cuentas –pensé- nunca he sido muy cercano a nadie. Me hace compañía. Pero no entendía nada. Llegó un día terrible en que las cosas cambiaron. Todo lo que yo sentía, veía, todo mi mundo cambió alrededor. Como una inevitable caída, un vértigo absoluto, un momento de intenso miedo y confusión. Y dolor: sentí mi cabeza encogerse hasta límites tremendos, imposibles. De repente la realidad se tornó más ruidosa, más luminosa, los colores más vivos, hasta me parecía que había nuevos colores. Perplejo, me resultaba curioso y espantoso a la vez. Ahora ya no sólo coexistían conmigo las voces como rumores, incluso unas absurdas caras me veían, me increpaban con un torrente de palabras, sonidos más y más complicados que no terminaba de entender. Casi todo el tiempo era nada más quedarme así, tratando de darme cuenta qué se decían (porque siempre, siempre, antes que a mí, estaban hablando entre ellos, para sí mismos). Intentaba escuchar, darle sentido a esas voces. ¿Qué querían? ¿Por qué me ven así? Tras el esfuerzo, sólo agotamiento y hambre. Yo tampoco pude dormir más de una hora seguida toda la noche. Esto me hacía llorar, pero entonces volvían y me llenaban de preguntas incomprensibles. No, no les entendía. Ya casi pasa un año desde entonces. Hace días pude darme cuenta de lo que querían decir las combinaciones de algunos de esos ruidos: Es complicado, pero ya sé que se repiten con regularidad, de vez en cuando, y así cada sonido, aunque sea un rumor, una queja, tienen un significado especial. Poco a poco se acumularon en mi pensamiento muchas más de estas palabras. Pero ellos no se dieron cuenta, siguieron hablando sobre todo entre ellos, y cuando se dirigían a mí nunca esperaron respuesta. Creo que era necesario que la lengua se acomodara bien para poder emitir esos sonidos raros, como gritos chiquitos que se entrelazan rápidamente cortados por labios, lengua y dientes. Sí, con dientes es mucho más fácil, aunque sólo tengo dos. Hoy por la mañana, después de mucho pensarlo, pude decidirme, contestarle a esa voz, esa cara que escucho desde siempre. Le dije “Mamá”. Y sonrió.
24 de mayo de 2006
Cómo ver a una mujer invisible

Las mujeres que escapan a la vista

23 de mayo de 2006
El aroma de no estar
18 de mayo de 2006
21 de abril de 2006
Dorita

Despierta se sacude y retoza. Piensa que el día de hoy es ayer. Piensa que mañana es hoy, por eso no entiende estos cambios. Piensa que la luz baña las cosas que salen de sus ojos de un tono sólo más claro que el resto. Sabe que las cosas que alcanza a ver moverse existen hasta donde su sonido las lleva, aunque ya no aparezcan esas manchas frente a ella. Incluso se da cuenta que las cosas permanecen, que dejan su rastro, su olor. Aunque se hayan ido, invisibles y silenciosas. En ese austero mundo corre, come y juega Dorita. Y es feliz.
para Chrystian+Nadia+LuisMiguel
17 de abril de 2006
La palabra más bella del castellano

11 de abril de 2006
Y uno aprende
Y uno aprende que realmente fue de aguantar,
que uno realmente es fuerte, que uno realmente vale,
y uno Aprende y Aprende… … con cada adiós uno aprende.
7 de abril de 2006
Otra vuelta alredededor del sol
28 de marzo de 2006
Aleteando carcajadas

25 de marzo de 2006
El Amor Brujo

16 de marzo de 2006
De anagramas
14 de marzo de 2006
La sangre es negra
13 de marzo de 2006

VacÁngel

Una de cal...
11 de marzo de 2006
El primer grano
